April 15, 2025
El desierto tiene sus propias reglas. A veces te deja volar entre dunas doradas… y otras te frena en seco. Ayer fue uno de esos días en los que la madre naturaleza se impone: viento, lluvias, y las ramblas convertidas en ríos improvisados obligaron a anular la etapa por seguridad. El terreno, impracticable incluso para los más curtidos 4×4, recordaba que aquí manda el clima, no el cronómetro.
Dicen que el desierto pone a cada uno en su sitio… y hoy le ha tocado el turno al equipo Tomka&Portana. En plena faena, justo cuando empezaban a coger ritmo entre dunas y emociones, el destino —esa mecánica traviesa— decidió jugarles una mala pasada: “joder, se ha parado el coche“. Así, sin previo aviso, sin música de suspense y sin corriente. Literalmente.
Una hora. Eso fue lo que tardaron en devolverle el alma al bicho mecánico. Una hora de sudores, herramientas, arena hasta en los calcetines y, por supuesto, más palabrotas que en un bar un lunes por la mañana. Pero lo lograron. Porque si algo tiene este equipo es tozudez y buen humor hasta en los peores momentos.
Eso sí, el susto les ha costado caro en la clasificación. Hemos bajado bastantes puestos, nos cuentan con resignación Antonio, pero aún con esa chispa en los ojos de quien sabe que la aventura no ha terminado. Todavía no tenemos el dato de la general, ni fotos del día —bastante han tenido con sobrevivir— pero lo importante es que siguen adelante, con el coche rugiendo de nuevo y las ganas intactas.
JFOrta
